domingo, 11 de octubre de 2009

NI UN METRO MENOS!!!

Ante el Proyecto de modificación de la Ley Provincial 11273, mal llamada de "Productos Fitosanitarios", nos vemos en la obligación de establecer con claridad una postura ante la Ciudadanía en general y ante las organizaciones defensoras del ambiente y las producciones libres de agrotóxicos en particular.

El intento de modificación de la Ley 11273 no es nuevo. Hace ya algunos años que se presentó un proyecto que basicamente proponía la extensión del área libre de fumigaciones a los 500 metros de las zonas urbanas. Puesto en discusión en las correspondientes comisiones legislativas, se manifestaron allí posiciones diferentes y hasta enfrentadas, por los intereses defendidos por cada una.

Importantes acciones llevaron a cabo las organizaciones ambientalistas, los vecinos autoconvocados, las agrupaciones ecologistas en general, trayendo sus reclamos ante los propios Diputados, a quienes reclamaron insistentemente por la ampliación del área libre de fumigaciones, mostrando y demostrando con hechos palpables las afecciones y daños producidos por la inobservancia siquiera de lo hasta ahora establecido.

Profundamente convencidos que esa lucha también es la nuestra, no sólo apoyamos los pedidos de los ambientalistas, sino que fuimos más allá, presentando un Proyecto de Ley que procura la lisa y llana prohibición de las aspersiones aéreas y la prohibición del uso del glifosato a partir de dos años de sancionada la Ley. Este proyecto fue recibido con beneplácito y fuerte apoyo por parte de estos grupos ambientalistas, que comprobaban que por fin una Diputada se paraba frente al poder omnímodo de las transnacionales y sus socios políticos locales en la defensa de la vida de la población.

Mucho más aún se manifiesta esa convicción cuando se presenta a la consideración de esas mismas organizaciones un Proyecto de Ley destinado a lograr la "Reconversión Agraria", como base de un proceso de cambio total de los paradigmas productivos en toda la Provincia. Con humildad se solicitó la participación de quien así lo considerara oportuno para realizar mejoras o modificaciones en el texto propuesto.

Ni siquiera conformes con todo lo generado se ha dado a conocer un nuevo Proyecto de Ley, éste referido específicamente a las áreas periurbanas. El mismo establece la creación de un "Programa Agroecológico Periurbano", destinado a implementar áreas alrededor de las comunas y ciudades de la Provincia donde sólo podrán utilizarse métodos productivos agrarios ecológicos, libres de tóxicos de cualquier tipo.

Es en la coherencia en las características de las propuestas realizadas donde deben encontrarse las razones que explican nuestro rechazo a acompañar las modificaciones a la Ley 11273 tal y como han sido presentadas el propio día 26 de noviembre. En ese texto se termina proponiendo para la aplicación terrestre de productos llamados de "clase III y IV", un límite de 200 metros desde las plantas urbanas, cuando antes se habian propuesto 100 metros.

¿Qué avance es ese? ¿El de un cangrejo? ¿Se piden 500, se proponen 100, y se aceptan 200? ¿Ese es un buen resultado de una lucha que involucra vidas humanas? ¿Se está convencido o no de las afecciones que producen los agrotóxicos? ¿Para qué invirtieron sus tiempos los científicos que nos aseguran los peligros a los que nos exponemos?

Cuando se tienen convicciones, y sobre todo cuando son el producto de los aportes de tan importantes personalidades de la ciencia a nivel nacional y mundial, se tiene que adoptar una postura coherente con ellas. Hay que hacerse cargo de la responsabilidad que significa la defensa de una u otra posición. En estos temas en los que se involucran las vidas de todos, y sobre todo de los más inocentes, no puede haber grises. No se trata de posiciones "ultras", sino de una muy clara definición acerca de la vida o la muerte de nuestros propios hijos. Así de dramático.

Si existió un Juez que se animó a dictaminar en San Jorge una distancia de 800 metros, y que según se asegura, la Cámara de Apelaciones sólo bajaría a 500 metros: ¿cómo podremos los legisladores plantear menos que eso? ¿con qué argumentaciones falaces lo haríamos?

Más aún: se plantea una modificación al artículo 37, donde se le otorga al Poder Ejecutivo la potestad de solicitar a las Autoridades Nacionales modificaciones en las categorizaciones de los productos. Y esto se hace diciendo que el P.E. lo hará aplicando el principio precautorio. Este principio ¿debe aplicarse o puede aplicarse? Sin dudas debe aplicarse siempre, y por lo tanto debe establecer la propia Ley las limitaciones en el uso o aplicación de cualquier producto sobre el que existan dudas, aún las mínimas, en cuanto a las posibles afectaciones a los humanos o al ambiente en general. ¿Por qué no puede establecer la propia Ley en su letra la prohibición del glifosato o el endosulfan (sólo como ejemplos), si ya han sido mostrados ante los propios miembros de la Cámara de Diputados los resultados de las investigaciones serias de científicos de gran relevancia, en jornadas organizadas desde la propia Cámara?

El P.E. está obligado a ser quien aplique las leyes, no ser quien decide cuando y como hacerlo según sus deseos. Dejar en sus manos, por mejores intenciones que se crea pueda tener, un procedimiento que, repetimos, pone en juego la vida de los Ciudadanos de toda la Provincia, se parece más a un intento por tranquilizar las propias conciencias de quienes aceptan las modificaciones olvidando lo tantas veces afirmado (y firmado).

Defendemos principios imposibles de negociar. Nos respaldan los hechos, las investigaciones, las demostraciones, nos respalda nuestra propia coherencia. Por eso enfatizamos: ¡Ni un metro menos!

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