Es un día de pleno goce

Cuando la justicia funciona el enigma de la existencia crece en luminosidad. Estas 5 cinco condenas ejemplares sobre aquellos que vejaron, mutilaron y cegaron la vida de conciudadanos mejora notablemente la perspectiva de vida de toda una generación.

Cuando los juicios por la vedad comenzaron en Rosario aquel lunes 31 de agosto de 2009 muchos santafesinos respiramos más aliviados. Una especie de desahogo nos invadió porque de ahí en adelante podríamos mirar a los ojos a nuestros hijos a la hora de explicar quienes fueron los responsables de los 30000 hermanos desaparecidos en la última dictadura.

Estas 5 cinco condenas ejemplares sobre aquellos que vejaron, mutilaron y cegaron la vida de conciudadanos mejora notablemente la perspectiva de vida de toda una generación.

Cuando la justicia funciona el enigma de la existencia crece en luminosidad. Como dice J.M. Serrat,…de vez en cuando la vida, toma conmigo café y esta tan linda que da gusto verla…y eso es lo que sentimos miles de rosarinos hoy cuando el Juez Paolucci dictaba la sentencia de los acusados.

Muchos años, 34 años pasaron para todos los que azorados vivimos y sufrimos la impunidad de estos asesinos. Convivíamos con estos sujetos que cruzábamos en la calle que sin avergonzarse desafiaban la mirada de todos sin inmutarse.

Pero los partidos hay que ganarlos en la cancha, y lo ganamos en la cancha, sin apelar a golpes bajos, sin infringir reglamento alguno. Con la sola convicción de la verdad pero sin descansar.

Es un día de pleno goce pero resta mucho camino por recorrer. Existen nichos de inteligencia que ventilan la consigna de mayor represión para combatir la inseguridad. A veces se vocifera desde ciertos estratos del Estado, o desde las leyes, estos personajes nunca intentan un análisis mínimo y averiguar los porqués, o las causas. Según su mirada parece que la delincuencia naciera de un repollo, o peor, que fuera una cuestión genética.

Según su entender los delincuentes son aquellos que sobreviven en la pobreza, o nacieron en ella, teniendo nada más que piedras, una pelota de trapo, tierra y agua hedionda de las zanjas para jugar.

Disfrutemos este triunfo del campo popular y sigamos construyendo un futuro con justicia para nuestros hijos.