martes, 28 de septiembre de 2010

Los pibes nos enseñan…

Estamos caminando por toda la provincia visitando grandes localidades y también chicas donde acercamos el curso de Preventores Juveniles y a diario recogemos innumerables enseñanzas.
Los adultos, los organizadores creemos tener las respuestas a todas incógnitas de los pibes y nos damos cuenta que mayormente son ellos quienes nos dan un baño realidad.

En cada reunión, del centenar que hemos participado, vemos como los chicos llegan en silencio, observando todo, vienen en grupos o solos. Son de diferentes realidades económicas, los hay muy humildes y otros de una mejor situación. Con timidez se incorporan a la ronda para trabajar sobre los contenidos de la propuesta. Se integran sin inconvenientes y discuten, cuentan sus experiencias en el barrio, la escuela, o en cada uno de los lugares que frecuentan.
A medida que el tiempo del curso pasa logran con sencillez entender el mensaje que pronto devuelven sin anestesia.

Entonces por que hay drogas ?… los gobernantes no pueden hacer nada ?… en mí familia nunca hablamos de estos temas… quienes son los dueños de la droga ?.. porqué no están presos?.. en la escuela no se charla de estos problemas...
Estas son algunas de las preguntas y afirmaciones que fluyen de los análisis de los chicos.

Si bien el curso de Preventores Juveniles surge de una carencia estatal que soslaya este problema, también desnuda la infamia en que a veces caemos los adultos.
Los mayores, alguna vez, tendremos que pensar cuales son los espacios, los tiempos y el falso protagonismo que le cedemos para que logren analizar y participar en cada una las instancias sociales que nos desvelan.

Los pibes son maravillosos, increíbles a la hora de diagnosticar el presente. En ellos tiene que descansar nuestro futuro. Ven con profundidad y analizan con una elocuencia admirable los conflictos que los circundan.
Escuchar, prestar oídos a los pibes sería por parte de los adultos un primer paso para desentrañar juntos las amenazas y tentaciones que vivimos a diario.

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