jueves, 3 de febrero de 2011

A cincel y martillo los jóvenes retiraron una placa de represor

El 31 de agosto de 2009 se dieron inicio a los juicios orales y públicos en Rosario mientras que en la ciudad de Santa Fe el 1 de septiembre del mismo año. Como consecuencia de la investigación, entre otros, el ex comisario Mario José Facino fue condenado a 23 años de prisión en cárcel común por la desaparición física de Alicia López, una profesora de letras y militante de las Ligas Agrarias que fue detenida en octubre de 1976 en Santa Fe.

Cabe recordar que Facino fue presidente comunal de la localidad de San José del Rincón por el justicialismo hasta que fue procesado en el marco de la que denominaron “Causa Brusa”. Este personaje siniestro además osaba grabar con su nombre espacios públicos. Muy cerca de un escenario, en el camping municipal de esta localidad, lucía una placa con su nombre.

El 21 enero pasado nos dimos cita, para realizar una jornada con 70 jóvenes de la región, allí en Rincón. El encuentro estaba relacionado con los cursos de Preventores Juveniles en violencia y adicciones para pibes de 14 a 18 años. Sobre el final de la tarde llegó el actual presidente comunal Juan José Berón para saludar, además de alentar el dictado del curso en esta comunidad.

En ese marco, rodeados de pibes, hicimos una ceremonia con breves discursos y a puro cincel y martillo los chicos quitaron la placa del represor Mario J. Facino.

Sabemos que el poder judicial ya dictó su veredicto sobre este asesino, pero aún persisten marcas y costumbres muy arraigadas culturalmente. Una de las formas de cambiar esos rasgos de época es desterrando nombres vinculados con la bestialidad incivilizada que tenemos en nuestra historia.

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